Franziskaner es mucho más que una cerveza: es historia líquida de Baviera. Fundada en Múnich en 1363 como la primera cervecería civil —vecina de una abadía de monjes franciscanos—, lleva más de seis siglos perfeccionando el arte de la cerveza de trigo. Su popular Hefe-Weissbier Naturtrüb es ya un clásico internacional, con su sabor afrutado, textura sedosa y ese toque turbio que nos encanta.

Desde que en 1856 se unió a la familia Spaten, la marca no ha dejado de crecer, manteniendo viva la tradición y el respeto por la ley de pureza alemana de 1516. Y sí, el fraile sonriente de su etiqueta es todo un símbolo: un homenaje a los orígenes franciscanos y a la autenticidad cervecera. Si te gusta la cerveza de trigo bien hecha, Franziskaner es una apuesta segura.