Lager, Pilsner y Kolsch

Las cervezas de baja fermentación son las cervezas más vendidas en el mundo. Esto se debe a su bajo contenido alcohólico, alrededor del 5% Abv, a  su alta capacidad de refrescar, y por último, a su poca complejidad de sabores y aromas. 

Si analizamos este último punto, su aparente baja complejidad, se debe a que la mayoría de litros producidos de Pilsner y Lager en el mundo, son de tipo industrial. Estas, son cervezas elaboradas para gustar a un máximo número de consumidores que a su vez son poco exigentes en cuanto a paladar y a calidad.

Aún así, también existe cerveza de estos estilos que buscan la excelencia cualitativa, en muchos de estos casos, son cervezas producidas por cervecería Craft que realizan un gran esfuerzo por producir estas complejas y costosas cervezas.

Su origen, se remonta a antes de la revolución industrial, en el centro de Europa, donde por su cercanía a montañas nevadas podían almacenar cerveza en almacenes frescos y a baja temperatura, produciendo así mismo, cervezas de baja fermentación, aquellas a las que fermentan por debajo de los 12°c.

Este estilo de cerveza, se caracterizaban por ser generalmente tostadas, dulzonas y eran conocidas como “cerveza viejas”. No fue hasta 1842, que en la ciudad de Pilsen (la actual Chequia), empezaron a producir una cerveza innovadora. Esta, ya no era tostada, sino rubia y con un proceso de guarda que no se realizaba en la montaña, sino en subterráneos bajo la fábrica.

Por último, en cuanto a las cervezas Klosch, son originarias de la ciudad de Colonia en Alemania. Se elaboran a temperatura de Alta Fermentación muy por encima de los 12°c pero se acondiciona como una Lager o Pilsner.