Cervezas Cardeña nace del corazón espiritual del Monasterio de San Pedro de Cardeña, uno de los cenobios más antiguos de la Península Ibérica. Situado en Burgos, al norte de España en la comunidad independiente de Castilla y León, perteneciente a la Orden de la Estricta Observancia (trapenses), este monasterio decidió en 2014 dar un paso hacia la tradición cervecera monástica que ha deleitado al mundo durante siglos. Inspirados por la excelencia de las cervezas trapenses, los monjes emprendieron la creación de su propia cerveza con el propósito de aportar su legado espiritual y artesano a esta familia cervecera internacional.

Aunque la cervecería finalmente no pudo instalarse dentro del monasterio, la producción de Cerveza Cardeña ha sido siempre supervisada por los monjes, lo que permite que en su etiqueta figure el término "trapense". Esta dedicación espiritual y artesanal aporta a cada botella un carácter auténtico, respetuoso con la tradición monástica, y en línea con los valores que han hecho de las cervezas trapenses un símbolo de calidad y devoción.

Hoy, Cerveza Cardeña representa mucho más que una bebida. Es un puente entre siglos de espiritualidad y el arte cervecero europeo, una propuesta única dentro del universo trapense que celebra la paciencia, la tradición y el equilibrio de los ingredientes con una elegancia sin igual. Ideal para quienes buscan sabores profundos, auténticos y con historia.