Descubre qué ingredientes tiene la cerveza: agua, grano, lúpulo y levadura. Explora los ingredientes de la cerveza y...
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El proceso de elaboración de la cerveza consta de diferentes fases que, poco a poco, iremos desgranando.
Los distintos estilos de cerveza pasan por estas fases pero no de la misma forma, algunos pasan más tiempo, otros menos, e incluso en algunos casos, este proceso tiene otros pasos.
En este artículo nos enfocaremos en los 7 pasos principales de un proceso de elaboración básico.
Cada una de estas fases es necesaria para garantizar que la cerveza tenga un sabor, aroma y apariencia perfecta.
La primera fase del proceso de elaboración de la cerveza es el malteado. En este proceso, los granos de cebada u otros cereales se convierten en malta.
¿Pero cómo se hace?
Todo comienza al remojar los granos para que germinen y se activen las enzimas necesarias que servirán para, en un futuro paso, convertir el almidón del grano en azúcares fermentables.
Este proceso implica interrumpir la germinación del grano para proceder con el secado y el tueste, que es lo que influirá en la calidad y el sabor final de la cerveza.
Una vez los granos están tostados y secos, se trituran para romper el endospermo y liberar los almidones que tienen dentro. Este paso es crucial porque influye directamente en la extracción de azúcares durante el siguiente proceso: la maceración.
En el proceso de maceración los granos de malta molidos se mezclan con agua caliente para extraerles los azúcares y otros elementos solubles del grano, en una primera fase, de reposo, los azúcares se extraen gracias a las enzimas presentes en la malta, en una segunda fase, de lavado, se enjuaga activamente los granos para asegurar la extracción máxima de azúcares.
Después de haber macerado, el mosto se separa de la parte insoluble, que suele contener algunas proteínas y cáscaras del grano.
¿Siguiente paso? Así es, la cocción.
Es durante el proceso de cocción, que el mosto adquiere el aroma y el amargor característico de la cerveza.
Además, la ebullición tiene más propósitos.
Una vez el mosto se ha cocido, se debe clarificar para eliminar los residuos que se han creado durante la ebullición, como las proteínas y para filtrar los restos de los lúpulos y sólidos. El líquido resultante se conoce como mosto clarificado.
Durante este proceso de filtrado es importante no exponer el mosto a la contaminación externa después de haber sido esterilizada. Después se procede a enfriarlo.
Una vez el mosto se ha enfriado, se le añade la levadura.
La fermentación es la etapa donde los azúcares extraídos durante la maceración (¡apuesto a que ya te habías olvidado!) se convierten en alcohol y CO2 gracias a la acción de la levadura.
Durante la fermentación se desarrollan los sabores, aromas y las características únicas de cada cerveza.
El proceso de maduración es un período de reposo y acondicionamiento, que permite que los sabores se desarrollen y se suavicen. Este proceso puede durar desde pocas semanas hasta varios meses, dependiendo del estilo de cerveza.
Durante este tiempo es cuando se añaden los ingredientes adicionales, como frutas, especias y/o lúpulos para aportar capas adicionales de sabor y complejidad.
El envasado es la etapa final. Esta fase garantiza que la cerveza mantenga su calidad, frescura y características sensoriales hasta llegar al consumidor final.
¡Salud a la cerveza!
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